Estudio del proyecto
Antes de poner en marcha tu empresa es necesario que estudies todas las situaciones que se te pueden plantear. Deberás tener en cuenta que será necesaria la preparación de un estudio financiero, un análisis de mercado y un plan de negocio para la futura explotación de los productos.
Tu proyecto de autoempleo debe constar, de manera simplificada, de los elementos que se indican a continuación: producto o servicio, estudio de mercado, plan de marketing, plan de producción, recursos humanos necesarios, plan de operaciones y plan económico y financiero.

1. Producto o servicio
Es fundamental determinar cuál es el producto o servicio que quieres producir o prestar y analizar sus características comerciales, económicas y técnicas. También debes exponer qué necesidades pretendes cubrir y qué novedades o ventajas aporta tu producto o servicio respecto a los que ya existen en el mercado. Debes pensar en un principio en conseguir una cuota mínima de clientes, que hagan rentable tu proyecto y para ello debes ofrecer un producto o servicio atractivo, que cubra la necesidad del cliente y le motive a su compra.
2. Mercado
Al analizar el mercado debes hacerte preguntas sobre tres cuestiones:
- la situación general del mercado.
- la situación del sector.
- el análisis del mercado de nuestro producto o servicio.
Conviene localizar y evaluar el mercado a fin de conocer nuestros posibles clientes, los productos o servicios similares ya existentes, sus características y sus precios, es decir, la oferta y la demanda. Para ello puedes encontrar información en Instituciones Oficiales (Cámaras de Comercio, Asociaciones, Confederaciones de Empresarios…), acudir a Anuarios Económicos o Revistas Especializadas, o bien, recurrir a empresas especializadas en estudios de mercado.
3. Plan comercial y de marketing
Otro dato muy importante a tener en cuenta, consiste en determinar cómo vas a vender el producto o servicio, de qué forma vas a llegar al consumidor final. Para lograrlo, debes plantearte las siguientes cuestiones:
- Presentación, comercialización y servicio posventa.
- Precio de venta del producto o servicio.
- Formas de distribución (directa o indirecta) .
- Plan de comunicación que vas a utilizar (páginas amarillas, anuncios en revistas, radio, mailings, etc…).
4. Plan de producción
Después de determinar a quién vas a vender, dónde, cómo y a qué precio, debes definir los medios, tanto materiales como humanos, que necesitas para fabricar el producto o prestar el servicio, cuánto quieres producir y cuándo debe estar a punto. Continúa formulándote cuestiones que debes ir contestando de acuerdo a tu propia idea de autoempleo:
- ¿En qué lugar vas a iniciar tu actividad?
- ¿Cuánto quieres producir?
- ¿Qué método vas a utilizar?
- ¿De qué materiales debes disponer?
- ¿Cuándo estará listo tu producto o servicio?
- ¿Qué proveedores te van a suministrar los materiales necesarios?
5. Recursos humanos
Una vez que has definido la actividad a realizar así como las instalaciones y los medios técnicos necesarios, debes plantearte algunas preguntas en relación con las personas que vas a necesitar para llevar adelante tu proyecto:
- ¿Cuántas personas vas a necesitar?
- ¿Qué cualificación profesional deben tener?
- ¿Qué tipo de contrato es el más adecuado?
- ¿Conviene que sean socios, trabajadores o socios y trabajadores?
- ¿Cómo vas a organizar las relaciones de trabajo de estas personas?
6. Plan de operaciones
El desarrollo del conjunto de operaciones y actuaciones a realizar para conseguir el arranque de tu proyecto de autoempleo presenta una cierta complejidad, fundamentalmente a causa del alto número de tareas a realizar y su concentración en un espacio de tiempo limitado. Por ello es necesario que realices un plan de operaciones según el cual deberás:
- agrupar todas las tareas y actividades a realizar
- asignar a cada una de ellas el tiempo previsto de ejecución
- determinar la importancia y prioridad de las mismas
- designar a la persona o personas responsables de su ejecución
- estimar el coste de su desarrollo
- describir la manera en que consideres debe llevarse a cabo
7. Plan económico y financiero
Dentro del plan económico y financiero debes analizar los siguientes aspectos:
- Inversiones necesarias: se trata de prever el local, maquinaria y equipos necesarios para poder cumplir los objetivos que te has propuesto, estudiando la posibilidad de adquirirlos nuevos o de segunda mano ó recurrir al alquiler o leasing.
- Capacidad financiera: una vez que ya hayas definido y valorado económicamente las inversiones, debes plantearte cómo lograr los recursos necesarios para hacer frente a las mismas. Estos recursos pueden proceder de varias fuentes, como tus propios recursos económicos, la aportación de socios en el proyecto, préstamos bancarios, subvenciones y ayudas a la puesta en marcha de ideas empresariales
- Previsión de ventas: la previsión de ventas significa que debes estimar los ingresos probables en un futuro inmediato (seis meses, un año). Es una tarea difícil, pero de gran importancia para el posterior desarrollo de tu proyecto.
- Previsión de gastos: además de la inversión inicial debes también hacer un cálculo de los posibles gastos. Para prever estos gastos debes analizar el plan de operaciones que has realizado anteriormente y ello te permitirá calcular la cantidad que debes producir en cada momento, lo que te cuesta producirlo y el precio al que puedes venderlo.
- Previsión de resultados: una vez hayas calculado las ventas previsibles y lo qué cuesta vender esos productos o servicios, es fundamental que organices esos datos de una manera sistemática, para conocer si la empresa va a obtener beneficios o pérdidas.
- Previsión de tesorería: en este apartado debes recoger las previsibles entradas y salidas efectivas de dinero, para tener una idea aproximada de en qué plazo vas a necesitar el dinero para hacer frente a los pagos pendientes y conocer la liquidez del negocio.
El plan financiero básico pretende adelantar los gastos, ingresos y resultados de la empresa durante el primer año. Su realización es esencial ya que nos permite tener una visión más realista de las necesidades financieras de la empresa durante el primer período de su andadura. En general, consta de tres partes esenciales:
- Cuenta de Resultados: recoge gastos e ingresos por separado. Los primeros, restados a los segundos, suponen el resultado del ejercicio. Lo más habitual es que en esta primera fase de lanzamiento los gastos superen a los ingresos, razón por la cual habrá que contar con un fondo de maniobra que asegure la liquidez. Tanto los gastos de personal como los financieros están dentro de este capítulo, así como las amortizaciones, es decir, el pago de la deuda que la empresa tiene asumida por el desembolso del capital aportado por los socios o del empresario unipersonal.
- Tesorería: refleja la liquidez de la empresa, su capacidad para desembolsar dinero contante y sonante (caja y bancos). El resultado o saldo de la tesorería es la diferencia entre las cuentas del activo circulante (lo que nos deben) y el pasivo circulante (lo que debemos). En este capítulo se encuadran los cobros, las ventas, el capital, las deudas con bancos…
- Balance previsional: de gran utilidad para representar la situación económica de la empresa en el período que queramos analizar. Consta de un apartado de Activo y otro de Pasivo, y dentro de ellos, los capítulos clásicos: caja y bancos, inmovilizado, amortización, stock, proveedores, etc.